Las tres etapas nos ayudan a reconocer la esencia de una técnica, y, como consecuencia de esto habilitarnos a poder transportar dicho conocimiento a diferentes contextos. Podemos, sí, mantenernos en las dos primeras etapas, pero esto sólo nos mantendrá como conocedores. Pero si deseamos trascender la técnica, deberemos llegar a la tercera.